domingo, 7 de junio de 2015

Verdades muy incómodas sobre los comedores escolares

Me encanta trabajar con niños: llevo haciéndolo desde los 16 años y espero seguir en un futuro, tanto a corto como a largo plazo. Ahora mismo me centro en aspectos del tiempo libre: campamentos, "colonias" tanto de verano como escolares (se que en el resto de España a las colonias se los llama campamentos; en Catalunya, los campamentos son en tienda de campaña en el monte y las colonias son en una casa, complejo o espacio cerrado, y son también las "convivencias" del colegio), actividades extraescolares, casales de verano, y finalmente... en comedores escolares.

He de decir que AMO con todo mi corazón ser monitora en las colonias de verano (10-15 días). Este ultimo año he estado en las que organiza la Generalitat y han sido épicas. Así de simple. Casi las disfruto yo más que los niños.
En el lado contario, están los comedores. No es que no me guste estar con los niños durante la comida, es que no me gusta el funcionamiento, ni la metodología, ni el trato.

En los últimos dos años he estado haciendo suplencias en comedores escolares, y he estado fija en uno de ellos. Echando cuentas, he estado en 12 colegios distintos por periodos más largos de dos semanas: 4 públicos, 2 privados y 6 concertados (religiosos, vaya), y en otros tantos en periodos más cortos. Quien me diga que no se de lo que hablo es que necesita una buena dosis de realidad.

Por eso mismo, os voy a contar las cosas que normalmente no se saben de los comedores escolares, y que personalmente no me gustan.

La comida

Esto es lo primero y por supuesto lo más importante. ¿No están para esto los comedores escolares? Los monitores, al menos aquí en Catalunya, en casi todas las empresas, comemos la misma comida que a los niños antes o después de trabajar, con lo que por suerte o por desgracia, sabemos qué es lo que se come en estos sitios.

Padres, en este aspecto podéis estar tranquilos: digan lo que digan vuestros hijos, la comida de los comedores normalmente y en su mayoría esta BUENA. Tanto en variedad como en sabor. Eso si, hay varios fallos...

Las comidas con huevo

Imagino que sabéis que esta prohibido el uso de huevo natural, y para cocinar se usan una especie de batidos extraños que imitan el huevo. Eso, cocinado, queda como una mousse seca con patatas/verduras o lo que sea que lleve la supuesta tortilla. Además, en la mayoría de colegios eso no lo pueden cocinar al momento y lo recalientan, con lo que si ya en un principio la textura es HORRIBLE, al estar calentada pasa de ser malo a incomestible.

El segundo plato

Los niños pequeños o los niños que comen lento, el segundo plato se lo comen frío casi siempre. Tanto si comen en bandejas como si comen en platos, el segundo plato se sirve con el primero:

- Si comen en bandejas, a los niños se les sirve la comida recién sacada de unas bases que la mantienen caliente, pero se sirve a la vez el primer plato y el segundo. Depende lo que tarden en comer ese primer plato, el segundo ya está frío.

- Si comen en platos, el segundo plato se sirve cuando se están comiendo el primero, y se ha retirado de las bases calientes varios minutos antes, así que cuando les llega, si han tardado en comerse el primero, también está frío.

Por lo tanto, si el segundo plato es carne, eso tiene muchas posibilidades de parecerse a una suela de zapato. De todos modos, aunque la textura siga siendo buena, la mayoría de platos, comidos en frío, no valen nada, tanto en un comedor como en casa. ¿O tu te comerías un arroz a la cubana después de estar 40 minutos en la mesa sin meterlo al microondas?

El postre

Este suele ser siempre fruta o yogur. Yogur una vez a la semana, fruta los otros 4. A priori esto no está mal pero... En invierno, la fruta simplemente no es buena. O es de cámara, o es repetitiva. Comer 3 manzanas a la semana cansa. Comer naranja si no te gusta, cansa. Y comer melón en diciembre... pues es como comer corcho.

La ley de los 2/3 del plato

Digan lo que digan en el colegio de respetar los ritmos de los niños, de no forzarlos a comer... La normativa para el monitor en muchos colegios es que el plato no se retira si no ha comido 2/3 de la comida. Que cada uno saque sus conclusiones, pero a pesar de lo dicho, muchas veces terminamos "obligando" a comer a los niños. De buenas formas, pero obligandolos. Y si ni por estas quiere comer, el niño tiene dos opciones: o comerse la comida... o pasarse las 2 horas y media del tiempo de comer sentado en su silla mirando el plato.

Muchas veces, como monitor no te queda otra opción que hacerte el sueco cuando ves a un niño guardarse comida en los bolsillos o salir en modo hamster del comedor, sabiendo que o es eso o tenerlo sentado rumiando un trozo de carne hasta las 3.

Las leyes que me parecen, simplemente, crueles.

Estas son las que intentas por todos los modos no hacer, pero la norma es la norma y no siempre se puede evitar. Personalmente, no me gustan nada de nada. Que no se han a malas ni gritando, sino con cariño y hablándoles bien, pero no son normas amables. Las peores que he visto yo son estas:

Niños pequeños que se duermen encima del plato (a propósito porque no les gusta la comida, o porque realmente están muy cansados).

En esta situación, la mayoría de veces se le habla al niño para que se despierte y cuando esta sereno, se le quita la silla al niño para que siga comiendo sin dormirse, comiendo de pie hasta que esté despejado de nuevo.

No dar agua a los niños

En muchos colegios hay la normativa de que no se puede servir agua hasta el segundo plato, supuestamente, para que no se hinchen de agua en vez de comer. En otros colegios, cuando tocan platos líquidos, no se sirve agua hasta que no se los terminan. En otros, no se sirve agua una vez están comiendo postre... En cualquier caso, son pocos los colegios donde el agua este presente toda la comida de principio a fin.

Usar el pan como embudo

En algunos sitios, con los niños más pequeños, se utiliza el pan para hacerles comer la comida que no les gusta, de modo que usando el pan a modo de cuchara todo termine en la boca.

No poder ir al baño mientras se come

Imaginad comer sopa mientras os estáis meando. ¿Hace falta añadir algo más? Muchas empresas ponen esta norma para que los niños no vayan al baño a tirar comida (cosa que ya es indicativo de lo mucho que confían en el sabor de algunos platos que sirven). Normalmente esta norma va de la mano con la del agua: si no beben, no se mean.


En resumen... que ni todo es malo ni todo es bueno, os digan lo que os digan en el colegio. Que ni las empresas que te venden la super comida ecológica son mejores, ni las que te venden metodologías innovadoras las cumplen y hacen la comida más agradable. Para la mayoría de niños, esos que comen más o menos bien y que tienen pocas manías, el comedor es un sitio agradable. Después están los que no comen bien, o que les gustan muy pocas cosas, o los que sus padres los llevan a comer al colegio porque en casa "no comen" (os sorprenderíais de la cantidad de gente que hace esto). Estos, muy a mi pesar, tengo que decir que el comedor escolar no siempre representa una buena experiencia.


2 comentarios:

  1. ¡Increíble! Lo de retirar la silla para impedir que el niño se duerma se asemeja a tortura!!! Gracias por esta entrada que dice mucho de lo que pasa detrás de las paredes, del comedor en este caso...

    ResponderEliminar
  2. Hola, acabo de encontrar tu blog y esta entrada me parece super interesante, soy monitora de actividades educativas lo que quiere decir que he trabajado en comedores escolares como tu, aunque si te digo la verdad aquí en Asturias donde yo vivo cambian bastantes cosas de las que has escrito pero bueno supongo que en cada sitio se hará una cosa pero si es verdad que hay cosas que coinciden y que piensas pobres niños.También tengo la titulación de catering y he tenido que preparar los menús para los comedores y luego irme corriendo a servirlos a su hora y morirme del asco al saber lo que les dan de comer. La verdad que este es un tema amplio y casi siempre nada bonito. Te sigo para poder estar enterada de tus publicaciones. Un saludo!

    ResponderEliminar